¿No eran buenos los monopolios?: La trama detrás de la “guerra” Milei-Clarín
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La intempestiva venta de la filial argentina de Telefónica a la empresa Telecom aceleró un proceso de tensión que se había abierto cautelosamente entre el Gobierno libertario y el Grupo Clarín. El presidente Javier Milei mandató a los funcionarios del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) a tener preparadas las herramientas para entorpecer una transacción que, si bien es entre privados, afecta el escenario público ante una conformación oligopólica. Del otro lado, no hay medias tintas. Hoy mismo, los españoles dejarán vacíos sus lugares y el management estará renovado, a pesar de las advertencias oficiales. Lo más parecido a una guerra táctica.
Telefónica de España cerró de manera rauda una venta que había anunciado en 2019, pero que nunca tuvo una intención concreta de sellar. En apenas un mes, encontró comprador por un monto mayor al esperado, pero dejando en el camino desairados a otros jugadores de peso, no sólo en el mundo de las telcos, sino también a grupos empresarios entusiasmados por quedarse con un negocio millonario. Desde el grupo español se limitaron a informar de manera oficial la transacción y evitaron dar detalles de la aceleración de la venta, pero fuentes que participaron del proceso leyeron en el movimiento una “necesidad de salir del medio de un conflicto con intereses políticos”.
Telecom del Grupo Clarín compró Telefónica por US$ 1.250 millones
Sucede que el viernes pasado se presentaron los “bidders”, aunque con la lógica de “non binding offer”, según la jerga internacional. El banco estadounidense JP Morgan fue el encargado de reunir a los jugadores que esperaban competir; e, incluso, fondos de inversión extranjeros se dedicaron a entusiasmar a nuevos postulantes para abrir el juego, a través de las “ofertas no vinculantes”. La mayoría de los grupos llegaron con sus propuestas para poder entrar al “data room”, como primer paso de un proceso que se esperaba extenso. “Sino, no ves nada”, señaló uno de los empresarios que quiso compulsar. Aunque, con olfato, hubo cuatro intenciones firmes: América Móvil, del mexicano Carlos Slim y controladora de Claro; el Grupo Werthein, dueña de DirecTV; Telecentro, del empresario argentino Alberto Pierri; y la ganadora, Telecom.
Las viudas de la venta y los fantasmas de la judicializaciónSegún pudo confirmar PERFIL, hubo una oferta mayor a la que realizó Telecom. “No entendemos qué pasó”, analizó, sorprendido, uno de los participantes de la frustrada compulsa. “No sólo que este primer paso no era para hacer las ofertas definitivas, sino que además Telecentro fue quien presentó la mejor propuesta”, afirmó uno de los competidores, visiblemente asombrado.
Hay un dato llamativo en la negociación: Telefónica le debe, en concepto de impuestos, más de USD 50 millones al ENACOM, que no saldó antes de la venta. “Si la intención de vender era certera y con carácter de urgente, es raro que no haya pagado esa deuda”, afirmó un conocedor del mundo de las telcos, consultado por este medio. El informe oficial habló de USD 1.245 M, pero desde Telecom admitieron ante este medio que el verdadero monto de la transacción fue de USD 1.300 M. Ahí radicaría la diferencia que podría haber desbalanceado el juego.
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En los hechos, Milei “tendrá ahora la potestad de desautorizar la operación a través del ENACOM y de la CNDC”, lo que implica que “la decisión política de aplicarla está en manos del Gobierno”, según analizó el investigador principal en el CONICET y especialista en medios de comunicación, Martín Becerra, consultado por PERFIL. Lo que queda por saber es cómo va a reaccionar el Grupo Clarín ante las presiones políticas: por las buenas, con argumentos de inversiones; o por las malas, reeditando la pelea mediática que supo encarar el kirchnerismo, que incluyó la célebre frase del expresidente Néstor Kirchner, “¿qué te pasa Clarín, estás nervioso?”.
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“Es raro que una multinacional, que necesita la aprobación de un ente regulador que advierte de antemano que no permitirá oligopolios, más el sistema de compliance que se ejecutó con la contratación del JP Morgan para la compulsa, anuncie en todos los ámbitos de negocios mundiales una transacción que puede ir para atrás. Sería un escándalo insospechado en el mundo o, en realidad, tiene alguna señal de que habrá solución”, aseguró a PERFIL un exfuncionario que supo pasar por las áreas que ahora tienen el trabajo de recopilar la información técnica y elevar el informe para aprobar o desechar la compra-venta. “Es una decisión política que tiene que llegar desde la Casa Rosada. Por eso nadie da explicaciones y la información surgió de la Oficina de Prensa del Presidente”, explicó otra fuente del entorno gubernamental.
Milei, entre su furia y la doctrina libertariaSegún fuentes presidenciales consultadas por PERFIL, “Milei está dispuesto a ir a fondo”. La relación con el Grupo Clarín se deterioró hace unos meses, pero el jefe de Estado vio en el golpe de efecto de la compra meteórica y de posesión del mando una jugada audaz para “primerear políticamente y dejar sin juego al Gobierno”. Sucede que la intervención del Estado iría a contramano de los principios libertarios que rigen en la Casa Rosada. Haberlo dejado expuesto cayó “tremendamente fuerte” en Balcarce 50 y surgió una promesa de venganza.
“Los monopolios no son malos. Es más, les diría que los monopolios pueden ser maravillosos si son como consecuencia de que quedó uno. Y si no les gusta que haya uno solo, no se enojen con el que está, enójense con los que no están. Porque, el que está, está arreglándole problemas a la gente”, sostuvo Milei en el Latam Economic Forum, en junio del año pasado. Y, en ese momento, desechó la intervención del Estado: “Cuando los gobiernos se ponen a regular los monopolios, una de las cosas que hacen es matar la cuasi renta. Cuando matan la cuasi renta, matan el incentivo a la innovación; y cuando matan el incentivo a la innovación, matan el crecimiento económico”.
Hasta el momento, ninguna de “las viudas” de la venta de Telefónica Argentina confirmó que presentará una impugnación. Telecentro desestimó esa vía, aunque tiene los elementos más contundentes: sostener el tercio de equilibrio de la competencia, que funcionaba con la presencia de Movistar, Telecom y Claro. LibertyGlobal podría quejarse, porque Claro quedaría en desventaja de mercado, aunque desde la empresa mexicana hubo silencio. Si la transacción avanza o, incluso, si queda empantanada en el ámbito regulatorio parece que la Justicia ordinaria deberá intervenir. El antecedente es el caso del DNU 690 del 2020, cuando el Gobierno de Cristina Kirchner declaró a las TIC como servicios públicos esenciales y las tres empresas llevaron el caso a los estrados judiciales. A pocos meses de asumir, Milei lo derogó.
Telecom y la teoría del desguace español y la reactivación económicaFuentes de Telecom, consultadas por PERFIL, confirmaron que “no se trata del ‘take over’ de un competidor fuerte y en ascenso, sino de la compra de un activo que se estaba deteriorando, con riesgos para sus clientes, sus redes, su calidad del servicio y sus empleados”. “Es una compañía que está ‘de salida’ como se lo denomina en la jerga de negocios. Esta operación es una adquisición a alguien que quiere irse, hecha con el fin de frenar ese proceso de desinversión y revertirlo: ampliar y fortalecer sus redes de fibra, desarrollar su tecnología 5G, optimizar su cartera de productos y servicios, etc. Esto no busca destruir, sino construir y fortalecer algo que se estaba debilitando a pasos agigantados”, sostuvo la empresa, controlada mayoritariamente por el Grupo Clarín.
No habrá instancias esquivas, según prometieron desde Telecom, al sostener que “esta adquisición se va a presentar a los organismos reguladores, como indica la normativa”, ya que “lo que se busca es un proceso de capitalización, inversión y modernización de la compañía”. De hecho, desestimaron posición dominante y destacaron la “multiplicidad de jugadores que existen, se han agregado recientemente y siguen apareciendo en este mercado”. “Desde Claro (con un peso importantísimo en toda Latinoamérica) hasta el súper promocionado Starlink de Elon Musk, que hace ya un año presta servicios en el país en zonas urbanas y rurales con una rápida inserción. O la recientemente anunciada alianza para brindar internet y telefonía entre DirecTV y Amazon (con su red de satélites globales)”, destacaron.
“El Gobierno argentino se ha manifestado reiteradamente a favor del ingreso de operadores extranjeros de telecomunicaciones y también de la necesidad de inversión privada en infraestructura, por lo que una inversión directa de 1.300 millones de dólares, más inversiones anuales de cientos de millones en la misma moneda, para tener las redes de conectividad más modernas de la región, en beneficio de usuarios y empresas, sin duda es algo favorable. Gran parte de la estrategia oficial es la atracción de compañías tecnológicas, de IA y de software para que inviertan en el país. Esta operación generará una externalidad positiva para el país sin gastar fondos públicos”, sostuvo Telecom, off the record.
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